Endodoncia en Herrera.
La endodoncia es la especialidad dedicada a la desvitalización de las raíces, a través de una correcta descontaminación y sellado de sus conductos. Es lo que se conoce como “matar el nervio” con el objetivo de mantener el diente sano y contar con una dentadura útil para masticar. Gracias a la endodoncia conseguimos alargar la vida de nuestros dientes, permitiendo conservar su función y su estética.
Para evitar la endodoncia es recomendable mantener una buena higiene bucal y así evitar patologías como caries u otras enfermedades orales.
Cuando se afecta el nervio del diente comienza un proceso inflamatorio e infeccioso que se acompaña, en la mayoría de las veces, de un dolor agudo. Este dolor agudo remitirá con el tratamiento endodóntico, donde se eliminará el nervio y se desinfectará el diente, además de realizar un sellado con un material termoplástico para realizar una correcta obturación.
Si el tratamiento no se realiza a tiempo, supondría la pérdida del diente o la propagación de la infección a la sangre, por ejemplo, por lo que es importante acudir al dentista con periodicidad para realizar las revisiones rutinarias.
En nuestra clínica dental en Herrera, utilizamos técnicas con motores mecánicos rotatorios y localizadores de ápices de gran fiabilidad para darle mayor efectividad y agilidad a nuestros tratamientos.
La endodoncia se realiza bajo anestesia local por lo que resulta indoloro y normalmente se resuelve en una única sesión que puede durar entre 1 y 2 horas, aunque a veces son necesarias más sesiones para casos más complejos que dependen de la gravedad de la afección, del estado del nervio y la facilidad de la limpieza de los conductos.
Tras la anestesia se suprimen los tejidos, se aísla el diente a tratar y se procede al saneamiento de la cámara pulpar. Seguidamente, realizamos la limpieza de los conductos radiculares y sellado de la pieza dental en la que hemos trabajado para terminar con la reconstrucción del diente.
Tras la intervención es habitual tener alguna molestia, un pequeño dolor o inflamación que no debe preocuparnos, pues es normal por haber estado trabajando en la zona.
Finalizamos la sesión en box con una radiografía para verificar la precisión del resultado.