SIBO: ¿Bacterias rebeldes en tu intestino?
Hoy queremos hablaros de un tema que cada vez está más presente en las consultas de nutrición: el SIBO. ¿Habéis oído hablar de él?
¿Te sientes hinchado, con gases y dolor abdominal constantemente? No estás solo. Muchas personas experimentan estos síntomas debido al SIBO.
En este artículo, te explicaremos qué es el SIBO, cómo afecta tu cuerpo y, lo más importante, cómo puedes volver a sentirte bien.
¿Qué es el SIBO?
El SIBO, o sobrecrecimiento bacteriano del intestino delgado, es una condición en la que hay un exceso de bacterias en esta parte de nuestro sistema digestivo.
Normalmente, las bacterias se concentran en el intestino grueso, pero en el SIBO se produce un desequilibrio y colonizan zonas donde no deberían estar.
Tipos de SIBO en función del gas producido
TIPO | GAS | SÍNTOMAS |
---|---|---|
SIBO Hidrógeno (SIBO) | Hidrógeno | Diarrea |
SIBO Metano (HIMO) | Metano | Estreñimiento |
SIBO sulfuro | Sulfuro | Diarreas, náuseas, dolor. |
LIBO (sobrecrecimiento en intestino grueso) | – | – |
SIFO (sobrecrecimiento en e intestino delgado pero de hongos y no de bacterias) | – | – |
¿Cómo se manifiesta el sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado?
Los síntomas del SIBO son muy variados y pueden confundirse con otras afecciones. Los más comunes son:
- Hinchazón abdominal
- Gases
- Dolor abdominal
- Diarrea o estreñimiento
- Náuseas y fatiga
- Malabsorción de nutrientes.
Si experimentas alguno de estos síntomas de forma recurrente, es importante que consultes a un profesional de la salud.
¿Cuáles son los factores de riesgo?
Existen diversos factores que pueden aumentar el riesgo de desarrollar SIBO, como alteraciones en la motilidad intestinal (es decir, en los movimientos del intestino), enfermedades inflamatorias intestinales, patologías pancreáticas, gastroenteritis vírica aguda, enfermedad celíaca no diagnosticada, cirugía abdominal, anormalidades anatómicas, sistema inmunológico debilitado y el uso prolongado de antibióticos, entre otros.
¿Cómo se diagnostica?
El diagnóstico puede ser un poco complicado, ya que los síntomas son inespecíficos y pueden deberse a otras causas. Las pruebas más utilizadas son el test de hidrógeno y metano en aire expirado.
¿Cuál es el tratamiento ideal?
El tratamiento del SIBO suele combinar varias herramientas:
- Antibióticos: se utilizan para eliminar las bacterias en exceso. Los más comunes son rifaximina y neomicina, pero todo dependerá de la gravedad del SIBO y las características individuales de cada paciente.
- Probióticos para restablecer la flora bacteriana intestinal y fortalecer el sistema inmunológico. Se suelen introducir después de completar el tratamiento con antibióticos para repoblar el intestino con bacterias beneficiosas. Los probióticos pueden ser una herramienta útil, pero es esencial utilizarlos de forma adecuada y bajo la supervisión de un profesional de la salud.
- Dieta baja en FODMAPs (carbohidratos fermentables de cadena corta), ya que estos alimentos pueden alimentar a las bacterias y empeorar los síntomas. El objetivo es eliminar estos alimentos de forma gradual e ir reintroduciéndolos de forma controlada para identificar tolerancias individuales. Además, es importante eliminar los alimentos procesados, como el azúcar y el gluten, y aumentar el consumo de alimentos ricos en fibra soluble.
Como veis, el sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado es una condición compleja que requiere un tratamiento individualizado. Una dieta adecuada es esencial para controlar los síntomas y prevenir recaídas. En Clínica Montaño Herrera, Andrea Díaz, Dietista-Nutricionista, te ayudará a diseñar un plan nutricional personalizado para ti, adaptándolo a tus necesidades y preferencias.
Si quieres mejorar tu salud digestiva y decir adiós a los molestos síntomas del SIBO, no dudes en contactarnos. Puedes pedir cita llamando al 744 60 56 94 o rellenando el formulario en clinicamontanoherrera.es/contacto/. ¡Estaremos encantados de atenderte!