Después de terminar un tratamiento de ortodoncia, ya sea con brackets o con ortodoncia invisible, muchos pacientes sienten que lo más difícil ha pasado. Y es cierto, pero también empieza una nueva etapa: la retención ortodóntica. 

En Clínica Montaño Herrera insistimos mucho en esta fase porque es la que garantiza que los resultados se mantengan a largo plazo. Los retenedores postortodoncia son, en realidad, los grandes aliados para conservar una sonrisa alineada, funcional y estable con el paso del tiempo.

Los retenedores postortodoncia son dispositivos diseñados para mantener los dientes alineados después de haber finalizado un tratamiento de ortodoncia. Durante los meses posteriores, los tejidos que rodean los dientes, como el hueso y las encías, aún se están adaptando a la nueva posición dental.

Sin un elemento que mantenga la estabilidad, el movimiento dental natural podría hacer que los dientes tiendan a volver a su posición original. Aquí es donde los retenedores juegan un papel esencial: actúan como una memoria que recuerda a los dientes cuál es su lugar correcto, asegurando que los resultados conseguidos no se pierdan.

Existen varios tipos de retenedores y cada uno se adapta a las necesidades de cada paciente.

  • Retenedores fijos: consisten en un pequeño alambre adherido a la parte interna de los dientes. Son discretos y muy cómodos.
  • Retenedores removibles: férulas transparentes que se colocan sobre los dientes. Permiten retirarse para comer o cepillarse, aunque requieren constancia para ser eficaces.
  • Sistema combinado: fijo en la arcada inferior y removible en la superior. De esta forma, se logra un equilibrio perfecto entre comodidad y efectividad.

No utilizar los retenedores como se indica puede provocar que los dientes empiecen a moverse nuevamente. Este fenómeno, conocido como recidiva dental, ocurre cuando los tejidos de soporte no han consolidado completamente la nueva posición.

En la práctica, eso se traduce en desalineación y pérdida parcial o total de los resultados obtenidos con tanto esfuerzo. Además, ese cambio puede afectar a la mordida, al equilibrio funcional de la boca e incluso a la estética facial.

Por eso, insistimos tanto en que el cuidado tras la ortodoncia no termina cuando se retiran los brackets o los alineadores: el verdadero éxito del tratamiento se consolida con una buena retención.

No hay una única respuesta, ya que la duración del uso depende del tipo de ortodoncia y de las características de cada paciente. Es importante entender que los dientes se pueden mover, hayas llevado ortodoncia o no, puesto que los dientes, durante toda nuestra vida, se van moviendo por el cambio de fuerzas, desgastes en caras oclusales e interproximales, etc. El uso de retenedores ayuda a que lo resultados de la ortodoncia no varíen.

En general, recomendamos que los retenedores removibles se utilicen a diario, sobre todo durante los primeros meses, reduciendo gradualmente el tiempo de uso según la evolución del caso. Los retenedores fijos, por su parte, pueden permanecer varios años, o incluso de forma indefinida si no causan molestias y se mantienen en buen estado.

El Dr. Francisco Montaño, ortodoncista de Clínica Montaño Herrera señala que “Creemos que hablar de tiempo exacto no es tan importante como entender que la retención ortodóntica es una inversión en el mantenimiento de tu sonrisa”.

El buen estado de una férula de contención o de cualquier tipo de retenedor depende en gran parte de una rutina de higiene adecuada.

En el caso de los retenedores removibles, se deben limpiar a diario con un cepillo suave y agua fría, evitando el uso de pasta dental abrasiva. También es recomendable sumergirlos periódicamente en soluciones desinfectantes específicas para eliminar bacterias.

Si el retenedor es fijo, conviene prestar atención al cepillado entre dientes y usar hilo o irrigadores para eliminar los restos de comida que puedan acumularse alrededor del alambre. De esta forma, garantizamos un correcto mantenimiento dental y evitamos problemas de encías o caries.

En Clínica Montaño Herrera acompañamos a nuestros pacientes más allá del tratamiento ortodóntico. Las revisiones periódicas en ortodoncia nos permiten comprobar que la retención ortodóntica se mantiene en perfectas condiciones, ajustar las férulas si es necesario y asegurarnos de que no haya signos de movimiento dental indeseado.

Además, aprovechamos estas visitas para resolver dudas, ofrecer recomendaciones personalizadas y reforzar los hábitos de cuidado postortodoncia que garantizan que los resultados se mantengan en el tiempo.

Porque creemos que una sonrisa bonita no es solo cuestión de conseguirla, sino de saber conservarla día a día.