Tipos de pies y criterios de clasificación
Todos nos miramos los pies alguna vez y observamos la posición de nuestros dedos, la estructura, morfología y anatomía. Si comparamos nuestros pies con los de nuestros familiares o amigos veremos que no hay dos pies iguales y que hay tantos pies como granos de arena en el mundo.
Hoy vamos a dar un repaso a los tipos de pies que existen en función de la longitud de los dedos, del arco plantar y en función del apoyo del pie. Si te interesa ponerle nombre a tus dedos y a tus pies, quítate el calcetín y sigue leyendo.
Cómo se llaman los dedos del pie
Todos conocemos de manera más común cómo se llaman los dedos de las manos pero…¿te has preguntado alguna vez cómo se llaman los dedos de los pies? Si has llegado hasta aquí es porque te interesa el tema, así que vamos a hacer un repaso rápido para que podamos hablar con propiedad porque, además, es muy simple y no tiene mayor complicación:
- Primer dedo: Hallux, también conocido como “dedo gordo”
- Segundo, tercer y cuarto dedo: Se llaman tal cual, sin ninguna terminología diferente.
- Quinto dedo: Meñique o dedo pequeño.
Tus pies según la longitud de tus dedos
Pie egipcio
El pie egipció es el más común y el que cumple los estándares de normalidad. Morfológicamente se caracteriza porque el dedo gordo del pie es más largo que el resto y los que le siguen se sitúan en orden decreciente.
Pie romano
Uno de los pies más comunes después del egipcio y supone tener el 2º y tercer dedo igual de largo que el dedo gordo.
Pie griego
También es común pero menos habitual. Cuando el segundo dedo de nuestro pie es más grande en comparación con el resto de los dedos, incluído el dedo gordo.
Pie germánico, polinesio, alemán o cuadrado
Se trata de un pie con una morfología donde los 5 dedos del pie o, al menos 4, presentan el mismo tamaño.
Qué tipo de pie es el más raro
El pie griego es el más raro de encontrar. Se distingue por la prominencia inusual del segundo dedo del pie, superando en longitud al dedo gordo. Esta peculiaridad, denominada “índice de Morton”, resulta poco común, ya que la mayoría de las personas tienden a tener el dedo gordo como el más extenso. Esta disposición atípica puede generar desequilibrios en la distribución del peso corporal al caminar, aumentando la presión en el segundo metatarso y provocando diversas molestias o la predisposición a ciertas condiciones podológicas como callosidades, juanetes o incluso problemas de postura.
Tipos de pies en función del arco plantar
También se pueden clasificar los pies en función de su anatomía y su arco plantar. Hemos hablado en alguna ocasión sobre el pie plano y el pie cavo, dos tipos que se presentan junto al típico pie normal. Para determinar cada uno de ellos se suele tomar una pedigrafía, técnica que toma la huella plantar para su determinación y posterior tratamiento, si fuera necesario.
- Pie plano: aquel donde no existe arco plantar y se tiene pleno contacto con la superficie del suelo, es decir, la huella refleja toda la planta del pie. Este tipo de pies suelen tener algunas patologías más frecuentes como las callosidades y los juanetes o hallux valgus.
- Pie cavo: el arco plantar es más pronunciado o alto de lo habitual. Este tipo de pie también tiene patologías asociadas como aparición de helomas, tilomas, dedos en garra así como dolor en el antepié y talón.
- Pie normal: El más común de todos, donde el peso recae en el tercio anterior y posterior con un arco plantar pequeño.
Tipos de pies en función del apoyo o tipo de pisada
– Pie neutro: Apoyamos el peso en la zona central del pie.
– Pie sobrepronador o pronado: Pie propenso a sufrir sobrecargas y lesiones más frecuentes pues el apoyo o pisada se hace directamente sobre la zona interna del pie. Puede identificarse porque las suelas de los zapatos suelen tener la parte interna más desgastada. En este caso, recomendamos cambiar de zapatos pues seguir usando unos zapatos con suela desgastada nos puede agudizar la pronación. Además, es importante que se realicen plantillas personalizadas para el calzado para que no vuelva a ocurrir esta situación.
– Pie supinado: apoyo del peso en la zona externa del pie y del talón. El impulso se suele realizar con los dedos pequeños por lo que puede producir problemas en la musculatura tanto del pie como de la pierna.
Cada pie, como véis, puede tener combinaciones diferentes, pues nos podemos encontrar con un pie plano pronado tipo griego y cada uno de ellos tendrá patologías diferentes a otra posible combinación.
De todas formas, no todo depende de estas tres categorías de clasificación, pues el estilo de vida que llevemos, el peso, la genética o el calzado que utilizamos para las diferentes actividades diarias, puede incidir mucho en la aparición de problemas podológicos.
También hay que tener en cuenta otros factores como el empeine, los tobillos o el talón de aquiles.
Te recomendamos que mantengas tus pies bien cuidados con estos 8 consejos y que acudas a nuestra consulta de podología en Herrera para tus revisiones o si presentas algún tipo de molestia. Podemos ayudarte a mejorar la pisada realizando un estudio biomecánico donde conoceremos la concentración del peso del cuerpo en la planta del pie. Si existen alteraciones y correcciones a realizar, podemos diseñar para ti plantillas personalizadas para mejorar tu calidad de vida.