Cómo el uso excesivo de chanclas puede afectar a tu salud podal

Llega el verano y, con él, las chanclas se convierten en las reinas indiscutibles del calzado. Son cómodas, fresquitas y nos parecen perfectas para cualquier ocasión. Sin embargo, la verdad es que, aunque nos encanten, no siempre son tan inocentes como pensamos.
En Clínica Montaño Herrera, después de años atendiendo pacientes, hemos visto cómo ese uso tan extendido puede traer consigo más problemas de los que imaginamos.
Por eso, queremos contarte qué pasa realmente con tus pies cuando abusas de las chanclas y darte algunos consejos para que disfrutes del verano sin perjudicar tu salud podal.
Por qué las chanclas no son tan inocentes como parecen
La falta de sujeción y su efecto en la pisada
Seguro que alguna vez has sentido que tienes que agarrar las chanclas con los dedos para que no se te salgan al andar. Eso es justo lo que ocurre porque la mayoría no tienen la sujeción adecuada. Esta pequeña lucha que parece inofensiva puede terminar causando problemas de pisada y fatiga. Imagínate que tus dedos fueran músculos que tienen que hacer un esfuerzo extra solo para sujetar el calzado… No es raro que al final acabemos con pies cansados y molestias.
Además, el calzado inadecuado hace que el peso no se distribuya bien, y eso, aunque no lo notemos de inmediato, puede originar lesiones por calzado.
Cómo el uso prolongado altera la postura y el equilibrio
No solo los pies sufren. Cuando abusamos de las chanclas de playa, la falta de soporte afecta también a la postura corporal. Esto es como si nuestro cuerpo intentara compensar con la espalda y las piernas lo que los pies no soportan bien.
Es un efecto dominó: cambiamos la forma de caminar, perdemos un poco de equilibrio, y pueden aparecer dolores que ni relacionamos con el calzado.
Desde el área de Podología de Clínica Montaño Herrera siempre decimos que nuestros pies son la base de todo, y si ellos no están bien, el resto del cuerpo tampoco. Por eso, es fundamental no dejar que las chanclas se conviertan en nuestro calzado de todos los días.
Problemas de salud más comunes asociados a su uso excesivo
Dolor en el talón y fascitis plantar
Una de los quejas más comunes en verano es el dolor en el talón, ese pinchazo que parece que no se va y que nos limita al andar. Muchas veces, detrás está la fascitis plantar, una inflamación que surge porque la suela fina de las chanclas no protege ni amortigua lo suficiente. Es como caminar sobre una superficie dura todo el día. Esto puede afectar gravemente nuestro bienestar de los pies, y no es algo que debamos ignorar. Cuando el dolor aparece, a menudo ya es señal de que hemos forzado demasiado.
Ampollas, rozaduras y problemas en la piel
Por otro lado, las ampollas en los pies y las rozaduras son el pan de cada día para quienes usan chanclas de manera prolongada. El roce constante, sobre todo entre los dedos o en la parte trasera del pie, puede irritar la piel y hasta provocar heridas que tardan en curar. Y como en verano solemos tener los pies más expuestos al sudor y la humedad, las infecciones no tardan en aparecer. Es un círculo complicado, pero con un poco de cuidado de los pies y eligiendo bien el calzado, podemos evitarlo.
Consejos para usarlas de forma segura
Cuándo y cómo elegir unas chanclas adecuadas
No queremos que renuncies a la comodidad del verano, solo que la disfrutes con cabeza. Lo ideal es escoger chanclas que tengan suela acolchada, un buen ajuste y que permitan la transpiración. Así evitamos los daños típicos del calzado inadecuado. Además, es fundamental usarlas solo en momentos puntuales, como para ir a la piscina o la playa, y no como sustituto del calzado habitual. Si tienes dudas, en la Clínica Montaño Herrera siempre estamos para ofrecerte consejos de podología que te ayuden a elegir bien.
Alternativas saludables para el verano
Y si sientes que las chanclas se te quedan cortas, no te preocupes, porque hay opciones más saludables. Por ejemplo, las sandalias con sujeción en el talón o los zapatos deportivos ligeros y transpirables son alternativas estupendas para mantener un buen soporte y evitar problemas de pisada. Así, cuidarás tu bienestar de los pies sin renunciar a la frescura que buscas. Pequeños cambios como estos marcan la diferencia.
Cuándo acudir al podólogo si tienes molestias por el uso de chanclas
Si notas molestias persistentes, como dolor en el talón, inflamación o ampollas que no desaparecen, no lo dejes pasar. A veces, esperamos que el verano termine para ver si mejora, pero la realidad es que un diagnóstico temprano puede evitar problemas mayores.
En Clínica Montaño Herrera, en el área de Podología, te ofrecemos una atención personalizada para detectar y tratar cualquier lesión derivada del calzado de playa y ayudarte a recuperar la salud de tus pies. Recuerda que nuestros pies son quienes nos sostienen día a día, y cuidarlos es la mejor inversión que podemos hacer.