Cirugía podológica: cuándo es necesaria y qué patologías resuelve

En Clínica Montaño Herrera, cada día atendemos a pacientes que sufren diferentes patologías del pie. Muchas de ellas se solucionan con tratamientos conservadores, como plantillas personalizadas o fisioterapia, pero en algunos casos la mejor opción es la cirugía podológica.
Esta especialidad nos permite corregir deformidades, aliviar el dolor y mejorar la función del pie para que podamos volver a caminar, trabajar o hacer deporte sin limitaciones.
¿Qué es la cirugía podológica y en qué casos se indica?
La cirugía podológica es una rama de la podología que se centra en corregir de forma quirúrgica los problemas estructurales o funcionales del pie. Dicho de forma sencilla, se trata de una intervención precisa, mínimamente invasiva y enfocada en restaurar la salud y el equilibrio de nuestros pies.
No siempre es el primer paso. En la mayoría de los casos, comenzamos con tratamientos podológicos conservadores: cambios en el calzado, ortesis de silicona, plantillas o ejercicios de fortalecimiento. Si, a pesar de ello, la molestia persiste o la deformidad progresa, valoramos la opción quirúrgica.
Los principales criterios que nos hacen plantear una intervención son el dolor constante, la dificultad para calzarse, la limitación en la movilidad o la afectación en la calidad de vida. También intervenimos cuando la deformidad compromete la biomecánica del pie o provoca lesiones en otras zonas, como rodillas o espalda.
Principales patologías que se tratan con cirugía podológica
Juanetes (Hallux valgus)
Los juanetes son una de las causas más comunes de consulta. Se trata de una desviación del primer dedo del pie que genera una prominencia dolorosa en el borde interno. Además del dolor, puede provocar inflamación y dificultad para usar calzado cerrado. Cuando el juanete está muy avanzado y los tratamientos conservadores no alivian los síntomas, la cirugía nos permite realinear el hueso y corregir la deformidad, logrando una pisada más estable y estética.
Dedos en garra o martillo
Los dedos en garra o en martillo aparecen por un desequilibrio entre los tendones del pie, lo que hace que los dedos se doblen de forma anómala. Esta deformidad puede causar dolor, rozaduras o durezas. Mediante cirugía, relajamos o reequilibramos los tendones y, si es necesario, ajustamos el hueso para devolver al dedo su posición natural.
Uña encarnada crónica
La uña encarnada puede parecer un problema menor, pero cuando se repite con frecuencia o se infecta, llega a ser muy dolorosa. En estos casos, realizamos una pequeña cirugía ambulatoria, con anestesia local, para eliminar el fragmento de uña que causa la lesión y evitar que vuelva a encarnarse. El alivio es prácticamente inmediato.
Espolón calcáneo y neuroma de Morton
El espolón calcáneo es una calcificación en el talón que causa un dolor punzante al caminar o al estar de pie. Por otro lado, el neuroma de Morton es una irritación de un nervio entre los dedos. Cuando los tratamientos conservadores no funcionan, la cirugía puede eliminar el tejido inflamado o la presión que genera el dolor, permitiendo recuperar el confort al andar.
¿Cómo es el proceso quirúrgico y la recuperación?
La mayoría de las intervenciones se realizan con anestesia local, de forma ambulatoria y sin necesidad de hospitalización. La duración varía según la patología, pero suele oscilar entre 30 y 90 minutos.
Tras la cirugía, damos indicaciones claras para la recuperación postoperatoria: mantener el pie elevado, usar un zapato postquirúrgico y realizar curas periódicas. En pocos días, el paciente puede caminar con apoyo controlado y volver a su rutina de forma progresiva.
El tiempo medio de recuperación depende de la complejidad de la intervención, pero suele estar entre 4 y 8 semanas. Durante este periodo, realizamos revisiones para asegurar una buena cicatrización y una correcta readaptación del pie.
En Clínica Montaño Herrera contamos con una sala de cirugía podal exclusiva, diseñada especialmente para ofrecer la máxima seguridad y confort durante las intervenciones. Está equipada con tecnología específica para procedimientos podológicos, lo que nos permite realizar cirugías precisas, seguras y adaptadas a las necesidades de cada paciente, sin necesidad de desplazamientos a otros centros.


“En Clínica Montaño Herrera creemos que la cirugía podológica no es únicamente una solución estética, sino una herramienta fundamental para mejorar la calidad de vida de nuestros pacientes. Nuestro objetivo es que cada persona recupere un paso firme, sin dolor y con plena confianza en su día a día”. Dr. Pedro Montaño.
Acudir a un podólogo especializado es esencial para valorar cada caso de forma personalizada y determinar el tratamiento más adecuado. Con la orientación correcta y un seguimiento cercano, incluso una cirugía puede convertirse en un proceso sencillo, seguro y con resultados muy satisfactorios.
Porque cuidar los pies es cuidar la base de todo nuestro bienestar. Reserva tu valoración con el Dr. Pedro Montaño y da el primer paso hacia unos pies sin dolor.



