¿Te han colocado implantes dentales? ¡Enhorabuena! Es una excelente solución para recuperar tu sonrisa y funcionalidad. Sin embargo, como cualquier tratamiento, los implantes requieren de ciertos cuidados para garantizar su éxito a largo plazo. Uno de los problemas que pueden surgir es la periimplantitis.

La periimplantitis es una infección que se produce alrededor del implante dental. Es similar a la periodontitis que afecta a los dientes naturales, pero en este caso, la inflamación se desarrolla en los tejidos que rodean al implante. Si no se trata a tiempo, puede provocar la pérdida del implante.

Las causas de la periimplantitis son variadas y pueden estar relacionadas con factores como:

  • Mala higiene bucal: Una limpieza dental deficiente permite la acumulación de placa bacteriana alrededor del implante, lo que puede desencadenar la infección.
  • Fumadores: El tabaco reduce el flujo sanguíneo y dificulta la cicatrización, favoreciendo la aparición de la periimplantitis.
  • Historial de periodontitis: la susceptibilidad del paciente a bacterias periodontopatógenas, la presencia de bolsas residuales y la composición del biofilm pueden aumentar el riesgo.
  • Enfermedades sistémicas: Enfermedades como la diabetes o enfermedades inmunológicas pueden aumentar el riesgo de sufrir esta infección.
  • Factores mecánicos: Bruxismo, oclusiones desequilibradas y prótesis mal ajustadas o no higiénicas, pueden irritar los tejidos y favorecer su aparición.

Los síntomas de la periimplantitis pueden ser sutiles al principio, pero a medida que la infección avanza, se vuelven más evidentes. Algunos de los signos más comunes son:

  • Enrojecimiento e hinchazón de las encías: Alrededor del implante, las encías pueden estar enrojecidas, inflamadas y sangrar con facilidad.
  • Pus: Puede aparecer pus alrededor del implante, lo que indica la presencia de una infección.
  • Mal aliento: La infección bacteriana puede causar mal aliento persistente.
  • Movilidad del implante: En casos avanzados, el implante puede estar móvil.
  • Exposición de espiras del implante: si eres capaz de ver la zona metálica y las espiras del implante, se está perdiendo encía y hueso alrededor del mismo.

El tratamiento de la periimplantitis dependerá de la gravedad de la infección. En las primeras etapas, puede ser suficiente con una limpieza profunda y un tratamiento antibiótico. Sin embargo, en casos más avanzados, puede ser necesario realizar cirugía para eliminar el tejido infectado y regenerar el hueso.

La mejor manera de prevenir la periimplantitis es mantener una excelente higiene bucal. Cepilla tus dientes al menos dos veces al día, utiliza hilo dental y enjuague bucal, y visita a tu dentista regularmente. En Clínica Montaño Herrera, la Dra. María Jesús Montaño, especialista en periodoncia, te ofrecerá las pautas y tratamientos necesarios para mantener tus implantes en perfecto estado.

Recuerda: la periimplantitis es una infección que puede prevenirse y tratarse si se detecta a tiempo. No dudes en consultarnos si tienes alguna duda o si notas algún síntoma.