Pies y síndrome de la clase turista: Una combinación incómoda
El síndrome de la clase turista, también conocido como trombosis venosa profunda (TVP), es una afección que se produce por la inmovilización prolongada durante viajes largos, especialmente en avión.
Esta falta de movimiento puede provocar la ralentización del flujo sanguíneo en las piernas, lo que aumenta el riesgo de formación de coágulos sanguíneos (trombos) en las venas profundas, principalmente en las pantorrillas.
Si bien los síntomas del síndrome de la clase turista pueden afectar a toda la pierna, los pies son una zona especialmente vulnerable. Esto se debe a que la anatomía del pie dificulta el retorno venoso de la sangre, lo que aumenta aún más el riesgo de trombosis en esta zona.
Síntomas que se dan en los pies si padeces síndrome de la clase turista
- Hinchazón: Es el síntoma más común y suele afectar a todo el pie, desde el tobillo hasta los dedos.
- Dolor: Puede ser leve o intenso y localizarse en la planta del pie, el empeine o los dedos.
- Enrojecimiento: La piel del pie puede verse enrojecida y caliente al tacto.
- Hormigueo o entumecimiento: Una sensación de hormigueo o picazón en los pies, o incluso una pérdida de sensibilidad.
- Dolor al tacto: En algunos casos, la presión sobre el pie puede causar dolor.
Personas con mayor riesgo de sufrir el síndrome de la clase turista
El perfil de algunos pacientes son:
- Personas que realizan viajes largos en avión (más de 4 horas).
- Personas con antecedentes de TVP o embolia pulmonar.
- Personas con obesidad o sobrepeso.
- Personas con problemas de circulación sanguínea.
- Mujeres embarazadas o que toman anticonceptivos hormonales.
- Fumadores.
Los factores de riesgo son:
- Edad: El riesgo aumenta con la edad, especialmente a partir de los 60 años.
- Antecedentes familiares: Tener familiares con antecedentes de trombosis venosa profunda o embolia pulmonar aumenta el riesgo de padecer el síndrome de la clase turista.
- Embarazo: Las mujeres embarazadas tienen un mayor riesgo de trombosis debido a los cambios hormonales y al aumento del volumen sanguíneo.
- Obesidad: El sobrepeso y la obesidad aumentan el riesgo de trombosis.
- Ciertas enfermedades: Algunas enfermedades como el cáncer, las enfermedades cardíacas, las enfermedades inflamatorias intestinales y la diabetes también aumentan el riesgo de trombosis.
- Cirugías recientes: Las personas que han sido operadas recientemente, especialmente en las piernas o el abdomen, tienen un mayor riesgo de trombosis.
- Lesiones en las piernas: Las lesiones en las piernas, como fracturas o esguinces, también pueden aumentar el riesgo de trombosis.
- Fumar: Fumar daña las paredes de las venas y aumenta el riesgo de formación de coágulos sanguíneos.
- Consumir anticonceptivos orales o terapia de reemplazo hormonal: Estos medicamentos pueden aumentar el riesgo de trombosis en algunas mujeres.
- Viajes frecuentes: Las personas que viajan con frecuencia, especialmente en vuelos largos, tienen un mayor riesgo de padecer el síndrome de la clase turista.
Es importante recordar que, si bien estos son los principales factores de riesgo, cualquier persona puede padecer el síndrome de la clase turista. Por lo tanto, es importante tomar las medidas preventivas adecuadas, especialmente si tiene alguno de estos factores de riesgo.
Cómo prevenir el síndrome de la clase turista en viajes largos
Afortunadamente, existen diversas medidas que podemos tomar para prevenir el síndrome de la clase turista y sus molestas consecuencias en los pies:
- Mantenerse hidratado: Beber abundante agua durante el viaje ayuda a fluidificar la sangre y reduce el riesgo de trombosis.
- Evitar el alcohol y las bebidas con cafeína: Estas bebidas pueden deshidratar el cuerpo y empeorar los síntomas.
- Moverse con frecuencia: Levantarse y caminar por el pasillo del avión al menos cada dos horas para estimular la circulación sanguínea en las piernas.
- Realizar ejercicios para las piernas: Existen sencillos ejercicios que se pueden realizar sentado en el avión, como flexionar y extender los pies, rotar los tobillos o subir y bajar los talones.
- Usar medias de compresión: Las medias de compresión graduada pueden ayudar a mejorar el flujo sanguíneo en las piernas y reducir el riesgo de trombosis.
- Consultar con el médico: Si tiene un mayor riesgo de desarrollar trombosis venosa profunda, como antecedentes familiares, obesidad o embarazo, es importante consultar con el médico antes de realizar un viaje largo para que le recete la medicación preventiva adecuada.
Cuál es el mejor tratamiento
Si sospecha que puede estar padeciendo el síndrome de la clase turista, es importante acudir al médico de inmediato. El tratamiento suele consistir en la administración de anticoagulantes para disolver el coágulo y prevenir su embolización a los pulmones. En algunos casos, puede ser necesaria la hospitalización.
El síndrome de la clase turista es una afección que puede tener graves consecuencias, especialmente si no se trata a tiempo. Sin embargo, con las medidas preventivas adecuadas, el riesgo de padecerlo se puede reducir considerablemente.
Es importante prestar atención a los pies, ya que son una zona especialmente vulnerable a esta afección. Si experimenta hinchazón, dolor, enrojecimiento, hormigueo o entumecimiento en los pies durante un viaje largo, no dude en consultar con el médico para obtener un diagnóstico y tratamiento oportunos.